La diabetes genera cambios en la forma y volumen de los pies y cuando éstos se producen, las personas diabéticas comienzan a comprar zapatos uno o dos número más grandes para sentirlos cómodos, pero estos zapatos serán más largos pudiendo generar heridas por el roce y cualquier herida, a raíz del problema circulatorio, será difícil de cicatrizar con el riesgo de terminar en una amputación.
Concientes de la importancia de contar con un calzado adecuado, que nos ayude a cuidar nuestros pies y a minimizar el riesgo de sufrir una amputación, hemos incorporado al mercado nacional un calzado especial, diseñado científicamente y que está certificado en Estados Unidos por la FDA y Medicare.
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